La región suroeste de Defenders —Arizona, Nuevo México y Texas— incluye los desiertos de Chihuahua y Sonora de las tierras fronterizas, los bosques de coníferas de las islas Sky, el Borde Mogollón y las Montañas Rocosas del Sur, los escarpados bosques de robles y enebros de la meseta de Edwards, los matorrales subtropicales de Tamaulipas en el valle del bajo río Grande (Bravo) y las bahías y estuarios de la costa del Golfo. Por estos paisajes fluyen los emblemáticos ríos Gila, Colorado y Grande. Esta variabilidad ecológica sustenta una gran diversidad biológica, que se ve amenazada por la urbanización, la agricultura, el desvío de aguas, la extracción, el transporte y el procesamiento de combustibles fósiles y la minería a cielo abierto. Los impactos relacionados con el cambio climático y las intervenciones a gran escala, como el muro fronterizo, también suponen importantes amenazas para la fauna de estos paisajes. Defendemos a las especies en peligro de extinción en todo el suroeste, como el lobo gris mexicano que solo cuenta con un débil programa de recuperación, el lagarto de dunas amenazado por la explotación de petróleo y gas en Texas y Nuevo México, la curruca de mejillas doradas que se reproduce solo en el centro de Texas en zonas que experimentan un rápido crecimiento y desarrollo, y las tortugas marinas del Golfo de México amenazadas por las redes de pesca y la contaminación con plásticos.
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Stuart Holmes/NPS