El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS, por sus siglas en ingles) ha declarado oficialmente al pingüino emperador especie amenazada bajo la Ley de Especies Amenazadas (ESA, por sus siglas en ingles) debido al riesgo existencial que presenta el cambio climático. Esta lista es un ejemplo de la creciente amenaza del cambio climático y de la necesidad de actuar con firmeza para ayudar a combatirlo, así como a los demás grandes causantes de la pérdida de biodiversidad.
Como especie indicadora clave, los cambios en la población de pingüinos emperador pueden ser indicativos de la salud del ecosistema marino antártico y del creciente impacto general del cambio climático. Aunque actualmente la población parece estable, los investigadores afirman que hasta la mitad de estas aves antárticas podrían desaparecer para el 2050. El principal peligro es la pérdida de hielo marino, que reduce el espacio que necesitan para reproducirse y criar polluelos. Partes del hielo marino de la Península Antártica se han derretido más de un 60% en 30 años y las predicciones apuntan a una pérdida continua en las próximas décadas.
El oso polar, una especie en cuya protección Defensores ha invertido mucho tiempo, fue la primera especie catalogada por el FWS en 2008 como amenazada debido a la amenaza del cambio climático. En la actualidad, las agencias consideran el cambio climático una amenaza para muchas más especies incluidas en la lista. Sin embargo, no hay pingüinos emperador salvajes que vivan en territorio estadounidense, lo que significa que habrá que actuar a escala mundial. Con esta inclusión, Estados Unidos demuestra su voluntad de asumir un papel de liderazgo en la lucha contra las crisis interconectadas de la biodiversidad y el clima. En el mejor de los casos, los próximos pasos ayudarán a impulsar medidas internacionales de conservación de la especie, a reducir la pesca industrial que merma la fuente de alimento de los pingüinos y a exigir a los productores estadounidenses de gases de efecto invernadero (causantes del deshielo polar) que revalúen sus huellas de carbono. Y lo que es más importante, una herramienta sólida para conservar las especies amenazadas por el cambio climático como la ESA, puede orientar los esfuerzos de Estados Unidos para mitigar el cambio climático antropogénico.
Mediante la Ley de Especies Amenazadas, Estados Unidos emplea una de las leyes más poderosas del mundo para la conservación de la fauna salvaje. Hasta la fecha, más del 95% de las especies incluidas en la lista de la ley han sobrevivido a la amenaza de extinción y cientos están en vías de recuperación. De hecho, más de 50 especies han sido retiradas de la lista porque las agencias han determinado que se han recuperado hasta el punto de que ya no necesitan las protecciones de la ESA. La inclusión del pingüino emperador en la lista de especies amenazadas de la Ley de Especies en Peligro permite a la especie acceder a las protecciones de la ESA.
Sin embargo, la ESA se enfrenta a importantes retos que debilitan su capacidad para prevenir la extinción, recuperar especies en peligro y proteger los ecosistemas en los que viven. Por un lado, la ESA carece de recursos, ya que el FWS sólo recibe la mitad de los fondos necesarios para operar efectivamente. Además, las protecciones de la ESA debilitadas por administraciones anteriores aún no han sido plenamente restablecidas. Aunque Defenders of Wildlife aboga por una ESA fuerte y plenamente financiada, como pretendía el Congreso cuando aprobó la Ley, ésta sigue ofreciendo una herramienta potencialmente poderosa para proteger a las especies afectadas por el cambio climático.
Dado que pasan la mayor parte de su vida en el hielo, los pingüinos y los osos polares son algunas de las especies a las que es más obvio conceder la protección de la ESA debido a la amenaza del cambio climático. Pero hay otras muchas especies que sufrirán las consecuencias del calentamiento del planeta, y probablemente se extinguirán, si los humanos no cambian radicalmente de rumbo y reducen sus emisiones de gases de efecto invernadero.
La Chara o Urraca Piñonera
En Abril, Defenders of Wildlife (defensores de la vida silvestre) solicitó al FWS que protegiera a la Urraca Piñonera bajo la ESA. El ave está experimentando un declive drastico en todo el oeste de EE.UU. debido, en parte, a la pérdida y degradación de su hábitat de bosques de pinos y enebros. El cambio climático ha agravado esta pérdida, provocando una importante mortalidad del pino piñonero. En los últimos 50 años, la población de la chara piñonera ha disminuido un 85% y, sin la protección que ofrece la ESA, se prevé que la mitad de la población mundial restante se habrá perdido para el 2035.
La chara piñonera desempeña un papel fundamental en el Suroeste, facilitando la regeneración del pino pinón al comer y enterrar sus semillas, comúnmente conocidas como "piñones". Sin la chara piñonera, no está claro que el pino pinón sobreviva, ni viceversa. La pérdida del pino piñonero no sólo afecta chara piñonera, sino que afectaría de forma desproporcionada a las comunidades nativas americanas e hispanas del suroeste, que tienen una conexión cultural y tradicional con los piñones como fuente de alimento. Durante generaciones, los nativos americanos del suroeste han cosechado y consumido las semillas. Durante la cosecha del otoño, las familias recogen estas nutritivas semillas y las almacenan para el invierno. Esta importante tradición cultural se perdería probablemente si el arrendajo de los pinos se extinguiera.
Corales
Los corales son invertebrados marinos parientes de las anémonas de mar que actúan como ingenieros del ecosistema, construyendo elaboradas estructuras que conforman los arrecifes de coral, el más diverso de todos los ecosistemas marinos. El coral cuerno de ciervo (Acropora cervicornis) es sólo un ejemplo de las especies de coral catalogadas que experimentan un declive desastroso debido al cambio climático. El aumento de la temperatura del mar y los incidentes de blanqueamiento masivo han matado corales en todo el mundo. Además, el aumento del dióxido de carbono absorbido por el océano desde la atmósfera ya ha empezado a reducir la formación de arrecifes como consecuencia de la acidificación de los océanos. La cobertura mundial de corales vivos ha disminuido a la mitad desde la década de 1950s, al igual que su capacidad para proporcionar importantes servicios ecosistémicos.
El coral cuerno de ciervo, en particular, ha sido uno de los tres corales caribeños más importantes por su contribución al crecimiento de los arrecifes y al hábitat de los peces, pero sus poblaciones han disminuido hasta un 98% en algunas partes de su área de distribución.
El correlimos gordo, playero ártico o playero rojizo Calidris canutus y otras aves playeras
Aunque las aves playeras pueden figurar en la lista debido a múltiples amenazas, como la degradación o explotación de su hábitat, el cambio climático sigue siendo una amenaza constante que puede acelerar su extinción. La subida del nivel del mar limita el hábitat costero para los nidos, la reproducción y la cría, y las tormentas más fuertes y frecuentes pueden contribuir a la inundación perjudicial del hábitat. El aumento de la temperatura de la arena también puede afectar al comportamiento de anidación de algunas especies.
El playero rojizo, una de las aves más amenazadas, realiza una de las migraciones más largas, viajando desde el Ártico hasta el extremo sur de Sudamérica. Los investigadores observan un menor éxito reproductivo y tasas de supervivencia en las zonas de cría del Ártico durante los años más cálidos. El cambio climático también afecta a la calidad y cantidad actual y futura de los recursos de presa en toda el área de distribución de la especie, lo que contribuye a la desnutrición de los polluelos, un estado peligroso para un ave que necesita mucha energía para el largo vuelo que le espera. Las poblaciones de correlimos gordo han disminuido un 87% desde el 2000, y más de un 94% desde los años ochenta en algunas zonas de la costa atlántica.
Estados Unidos tiene una importante posición histórica como líder mundial en la protección del medio ambiente y la inclusión del pingüino emperador en la lista puede abrir nuevas oportunidades para liderar la conservación de la biodiversidad. La inclusión de esta especie en la ESA puede fomentar la cooperación internacional para hacer frente a los efectos del cambio climático sobre la fauna y la flora de nuestro planeta, pero para proteger eficazmente a esta especie y recuperar a las muchas otras incluidas en la lista será necesaria una ESA fuerte. También requerirá un gobierno dispuesto a cumplir el mandato del Congreso establecido en la ESA: salvaguardar nuestro valioso patrimonio natural protegiendo y recuperando las especies amenazadas de extinción.
Consulta nuestra Guía sobre el Cambio Climático, para saber más sobre especies concretas que están en peligro de extinción, debido al cambio climático y qué está haciendo Defensores al respecto.
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